El sillón es bajo, pues es un mueble concebido para el relax y la charla distendida. Se han buscado los ángulos más favorables para la posición del cuerpo humano y tanto la altura del respaldo como el ancho y fondo del asiento quieren dar la respuesta más ergonómica posible
La propuesta nace de la forma en que se plantea su construcción. Se genera el mueble por repetición de una pieza de geometría precisa. Así, todas las piezas que forman a la vez el asiento y el respaldo (18) son iguales. Tan sólo hay 4 patas, también iguales entre sí y los elementos unitarios de ensamblaje pertenecen a 2 únicas familias (23 + 34).
La geometría del sillón nace de la suma de líneas rectas y curvas, siendo estas últimas fragmentos de circunferencias. Ángulos y círculos van repitiéndose para conseguir un mueble unitario.
El diseño de la pieza hace de este sillón un elemento permeable pero en el que es muy importante la materia. El mueble se construye con piezas de madera contrachapada de abedul finlandés de 16 mm de espesor. Esta madera es resistente, permite los cortes necesarios para la fabricación del elemento y tiene el color y la calidez que requiere un sillón de este tipo. El acabado final se realiza con dos manos de aceite de teka que aportan protección sin enmascarar el color ni las características materiales propias del abedul.
A partir del planteamiento inicial de un sillón único, la pieza puede crecer para transformarse en un elemento lineal de mayor longitud. La posición de los respaldos podría alternarse, consiguiendo a través de este crecimiento y alternancia múltiples combinaciones.

Es un mueble planteado desde una geometría estricta y una fabricación seriada en el que será tan importante la materia constructiva como el usuario final.